Los profesores tienen todo su derecho a protestar, es más, yo si fuera profesor protestaría, porque imparten más horas de trabajo debido a que los recortes causaron el despido de numerosos profesores de distintas asignaturas y porque se ha llegado al punto de asignar a profesores materias que no han dado nunca y que no tienen nada que ver con su materia principal.
Los alumnos son los principales damnificados en este tipo de recortes y en las huelgas convocadas debido a que están perdiendo clase y a que no gozan de oportunidades que los estudiantes han tenido años anteriores o las que están aprovechando los alumnos de institutos privados y concertados. Aunque parezca mentira los alumnos ya hemos perdido casi un mes de clase debido a estas dichosas huelgas convocadas por la insatisfacción de los profesores por la consecuencia de los recortes.
Yo y millones de alumnos de institutos públicos lo único que queremos es una solución, pero la queremos ¡YA!, porque para muchos de nosotros es nuestro último año de la E.S.O. y así resulta imposible mantener un orden.